Otro año más, el Black Friday se suma a las fechas clave que rompen records de ventas en las grandes superficies y tiendas online más importantes del mundo. Esta moda importada de Estados Unidos se ha vuelto global gracias a internet y los medios de comunicación y se caracteriza por ofrecer grandes descuentos en determinados productos.
Su objetivo es claro: conseguir una compra compulsiva. El comprador, destine o no una cantidad de dinero para ese día, está predispuesto a comprar cualquier artículo que le resulte interesante y cuyo precio sea (o parezca) demoledor. La gente no gasta dinero en los días previos esperando que llegue la fecha señalada y eso es un problema que se está paliando con ofertas puntuales durante los días previos en lo que ya se denomina como la “semana pre Black Friday”.
No todos los negocios son susceptibles de acogerse al Black Friday pero cuando se venden artículos de consumo, especialmente artículos de hogar, belleza, ropa y tecnología, es recomendable planificar una estrategia para atraer clientes ese día y conseguir ventas extras.
Los objetivos clave que se deben tener en cuenta son:
Es fundamental no improvisar en este tipo de promociones ya que podemos encontrarnos con roturas de stock u otros inconvenientes que estropeen el efecto de nuestra campaña. Y recuerda que es importante avisar a los clientes de nuestro Black Friday a través de acciones de comunicación previa para hacernos visibles frente a la competencia.